Durante estos días de confinamiento, los mas pequeños de la casa, actúan como auténticas esponjas emocionales, expresando sus sentimientos, su inquietud y sus dudas a través de la pintura. Exentos de una rutina escolar y con los horarios totalmente modificados necesitan, ahora más que nunca, ocupar su tiempo de la manera más positiva posible. Y a los padres, poco a poco, se les van agotando los recursos de distracción.